Al contrario que las personas, que somos caprichosas, volubles, cambiantes, antojadizas, inestables… los perros son gente equilibrada, sensata y leal. Tienen anchas espaldas para aguantarnos y siempre el gesto perfecto para consolarnos o darnos un pequeño empujón hacia adelante. Quizá por eso, si bien nos resulta difícil saber si nuestras relaciones con otros seres humanos serán para toda la vida, con nuestros perros no tenemos ninguna duda. ¿Qué opinas?