Nuestra familia compra adopta un perro. Es muy común ver cómo una familia empieza a concebir la idea de tener un perro y se imagina de inmediato cómo habrá de ser éste: grande, pequeño, con tales o cuales características… A partir de ahí, se pone a buscar en internet las peculiaridades de los distintos tipos de perros y se ve abocada casi unilateralmente a elegir entre las diferentes razas. Las razas caninas son el resultado de un proceso de selección a lo largo del tiempo, que busca precisamente la intervención humana en el diseño genético de las especies para marcar en ellas ciertos rasgos y ocluir otros. Sin embargo, hay perros más allá de las razas convencionales, aunque a ellos no se accede a partir de una búsqueda segmentada por características ni se encuentran taxonomizados en forma de catálogo.
Hay otra forma de buscar perro. Si nos acercamos a las páginas de las protectoras o de cualquier centro dedicado a la atención a perros abandonados, maltratados, etc., nos encontraremos con muchos ejemplares descritos a menudo en detalle, que necesitan ser acogidos por familias que les regalen el amor que merecen. Esos perros no sólo nos brindaran, cuando menos, la misma satisfacción que los de raza, sino que además, gracias a nosotros podrán tener la misma vida digna que cualquier otro.
Cuando buscamos un perro, buscamos – en realidad – un compañero, un amigo leal, una presencia que nos hará disfrutar, y ello está más allá de las razas. Si bien es perfectamente legítimo comprar un perro por su raza, por supuesto, desde Dialpet animamos encarecidamente a la adopción de cualquiera de los miles de perros que lo necesitan. Adoptando, no solamente abrimos las puertas de nuestro hogar a una compañía única, sino que, al mismo tiempo, estaremos realizando una extraordinaria contribución social.